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En mi comunidad se habla de “vejeces”, como un abanico de elecciones y decisiones. Miriam Armentano

Miriam Armentano. Escritora, para The Silver Bunch por Amaia Valdemoros

 

A.V. Empecemos con un ejercicio de conexión con el presente. El aquí y ahora que te envuelve y del que eres parte. ¿Quién es Miriam hoy? ¿Cómo es el mundo que te rodea en esta etapa vital?

M.A. En este momento soy una mujer que vuelve a bucear en su propio yo. Es como si hubiera puesto en pausa las informaciones que traen las ideologías, los sectores sociales de pertenencia y me hubiera decidido a escuchar mis propias voces: ¿en qué creo? ¿Qué siento? ¿Estoy en una etapa nueva? ¿Aprendí? ¿Qué me moviliza?

A.V. Vamos a cerrar los ojos ahora para viajar hacia tus comienzos. Son tus primeros pasos en la vida y también en tu profesión. Letras, pensamientos, palabras, alumnos… ¿Qué le dirías a esa Miriam de ayer?

M.A. Ejercí la docencia durante 39 años, en todos los niveles, primario, secundario y universitario. Creí en esa tarea, la riqueza del intercambio humano te  mantiene alerta. Sin embargo terminé con fuertes críticas al sistema del que yo misma había sido parte.

Por otro lado, tuve la posibilidad  de acceder a la creación de guiones para espectáculos de diversas envergaduras. Cuatro Fiestas Nacionales de Vendimia y otros para teatro. Ahí los desafíos y los estímulos son diferentes: la defensa del espíritu de lo producido en diálogo con hacedores de otros lenguajes artísticos, música, danza, artes visuales, teatro, técnicos en iluminación y sonido. Eso genera otra tensión, apasionante por cierto.

También publiqué dos libros que reflejaron sobre todo, el lugar donde vivo, una galería de personajes con conflictos humanos, pero localizados en esta región.

A.V. La literatura encierra mundos imaginarios, pero también muy reales. Tan vívidos y envolventes como pueden ser los entornos interactivos que ya están aquí. ¿Cómo te ves a ti misma navegando por el Metaverso?

M.A. Realidad es un concepto polisémico. Ya nadie podría reducirla a la materialidad tangible. Desde la alegoría de la caverna jugamos con esa ambigüedad, la física cuántica enriquece aún más el campo de posibilidades. Creo que una de las revoluciones más importantes de los últimos tiempos es sin duda el acceso a internet. Una red de esa magnitud cambia radicalmente nuestra percepción del mundo y de las formas de relacionarse. Experiencias inmersivas, la velocidad de la información, la disolución de los espacios, tienen que proponer nuevas formas de comunicación, también de creación.

La literatura, como hecho ficcional en sí mismo, no puede divorciarse de la gran propuesta de la red. Lo cual no significa olvidar los grandes temas del ser humano: el amor, el miedo, el abandono, la soledad, el deseo y tantos otros. Sólo que ahora son seres inmersos en una dinámica individual y social diferente. Estas diferencias también aplican para el escritor quien debería hacer propuestas en soportes distintos a los tradicionales.

A.V. Volvemos al presente que percibimos en este momento. Centrémonos aquí y ahora tras este breve viaje en el tiempo. Cuéntanos qué significa la etiqueta “silver” para ti. ¿Sientes que te identifica?

M.A. Confieso que no estoy familiarizada con ese nombre. Me pareció una etiqueta muy poética. Las personas de mi edad, yo tengo 66, conversamos con frecuencia de la nueva condición que nos plantea la etapa. Sin embargo, en mi comunidad se habla de “vejeces”, como un abanico de elecciones y decisiones. El término que me planteas tiene una belleza especial, me gusta, le da cierta magia a este período.

A.V. ¿De qué forma crees que ven a los silver los que todavía no lo son? ¿Ha cambiado esa mirada con las nuevas generaciones?

M.A. Considero que quienes aún no han llegado a esta etapa tienen algunos paradigmas de descalificación. A pesar de que hemos evolucionado con respecto a los estigmas que debieron padecer nuestros antepasados, todavía prevalecen patrones de exclusión, sobre todo en lo laboral.

A.V. Dedicaste muchos años a la docencia y, tanto dentro como fuera de ella, siempre has mostrado a los demás el poder de las palabras. Palabras con las que transmites justicia, paz, humanidad y también chispazos de esa magia que contiene la vida. ¿La escritura te trae nuevos conceptos hoy? ¿Ha cambiado algo respecto a cómo escribías antes?

M.A. Con el transcurrir de los años he cambiado mi forma de concebir la belleza, la manera de lograrla a través de la palabra. No sé si alguna vez lo he logrado, pero lo he intentado.

En un comienzo puse en valor la imagen literaria, casi con barroquismo americano. Luego la fui despojando de ornamentos. Finalmente adhiero a la brevedad, a la visión fragmentada, al concepto más desnudo.

A.V. Y fuera de las letras y las ideas a las que das forma para ti y para otros, ¿hay algo en tu día a día que eches en falta para cubrir tus expectativas de vida y de oficio?

M.A. Dos palabras: seguridad e incertidumbre, casi podría decir que en contraposición. Quisiera sentirme más segura de mí misma tanto en la relación con mi cuerpo, con mi movilidad, la capacidad intelectual, el soporte económico, la relación de pareja, la interacción con el entorno, los procesos creativos.

Al mismo tiempo quisiera aprender a ser flexible ante la incertidumbre, vivirla como quien danza.

A.V. Antes de ser silver lo somos en construcción. De alguna manera vamos proyectando cómo será nuestra “etapa plateada”. A veces esa proyección es de forma inconsciente, aunque hay gente que hace planes. ¿Imaginabas una vida distinta a la que ahora tienes?

M.A. La edad plateada, en construcción, suena muy prometedora. Algo que quisiera experimentar: el ejercicio de la libertad individual. Todavía arrastro ciertos condicionamientos conscientes e inconscientes, ir resolviéndolos, aunque la edad trae nuevas limitaciones, quisiera disolver aquellas que son adquiridas por pautas sociales y temores personales.

A.V. Me atrevo a decir sin miedo a equivocarme que dedicas toda tu vida a transferir conocimiento. Lo llevabas a cabo en las aulas, pero nunca has dejado de hacerlo dentro y fuera de ellas por tu vocación de contadora de historias. Descríbenos cuál es para ti el contexto ideal de trasvase de conocimiento entre generaciones.

M.A. En este momento, considero más la urdimbre de conocimientos por sobre el trasvase. En la literatura se da que el lector crea nuevos significados a lo leído, sólo que no está fijado un canal de devolución y retroalimentación. Ese juego de intercambios entre un lector experto y uno principiante, es enriquecedor para ambos. Por eso, un aula de estructura rígida, donde “alguien sabe” y “alguien no sabe”, atenta contra la dignidad misma del aprendizaje.

Hay una franja etaria que tiene mayor intensidad laboral, pero mi franja suele tener cierta  disponibilidad como para  interactuar con las nuevas generaciones, de forma planificada y responsable, pero sin la burocracia de los sistemas educativos. Esto, por supuesto si existiera vocación para dedicar tiempo a esa tarea.

A.V. Para finalizar cuéntanos ese proyecto, esa idea o propuesta que, seguramente, te ronda la cabeza y que te encantaría compartir con otros silver.

M.A. Hace un par de años que quiero hilvanar, con técnica adecuada y creatividad, imágenes de las artes visuales con tramas literarias. Para eso debo estudiar el mundo de la producción fotográfica, del collage, de los lenguajes del color. Esto implica cierta formación, adquirir esos conocimientos y experimentar hasta obtener fluidez a través de ese lenguaje mixto.

«Atrás quedó la primavera febril, cruzó la línea hacia los frutos maduros. Quizás haya de este lado una región y un tiempo para volver a sembrar. Sin embargo atravieso ese fino límite y en esta orilla no hay expectativa porque la maravilla es el fruto mismo y la semilla que guarda. Entonces el goce es único, sin esperar algo: El fruto es el fruto en todo su esplendor y la semilla es la semilla en toda su potencia. Cumplir años, en este caso, es pasar a ese territorio de frutos jugosos e irreverentes y de semillas codiciosas, para experimentar la infinita libertad de que raíz y follaje fue el paso de atrás.» Miriam Armentano

 

Fotografía: Miriam Armentano

Marzo 2023.

 

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