Gregorio Luri, filósofo, pedagogo y ensayista, para The Silver Bunch. Por Amaia Valdemoros
A.V. Comenzamos esta conversación con una invitación a que observes tu presente y tu entorno. Nos encantaría que nos describas cómo es y la visión que tienes sobre todo lo que te rodea en la actualidad.
G.L. Si la experiencia es el arte de no perder el tiempo con aspavientos, creo que me estoy doctorando en experiencia, entre otras cosas porque he aceptado con cierta serenidad que el presente nunca se posee como una fotografía. Todo lo que poseemos de él son fragmentos que, en todo caso, apuntan a la ilusión de una unidad. Mis fragmentos son los de un jubilado que sigue enamorado de su mujer, que tiene la inmensa suerte de tener dos nietos y que disfruta leyendo, escribiendo, hablando y paseando por la playa.
A.V. Hemos arrancado un pequeño viaje en el tiempo que nos lleva ahora al pasado. Queremos acompañarte justo a ese punto en el que estrenabas vida y vivencias. ¿Qué le dirías a ese Gregorio que empezaba su andadura en la docencia? ¿Le darías algún consejo desde la experiencia de estos años?
G.L. Me parece que contendría el deseo de darle consejos y le permitiría volver a equivocarse y a acertar en todo lo que se equivocó y acertó, porque podría ocurrir que por intentar cambiarlo, alterase la cadena de causas y efectos que conducen a mi presente y acabase siendo hoy alguien que no desearía ser.
A.V. Seguimos viajando, esta vez hacia el futuro. Aunque algunos lo definirían como “ese presente acelerado” en el que andamos. ¿Cómo vives la revolución tecnológica de los últimos tiempos? Cuéntanos cómo ve un filósofo la irrupción de las IA en nuestras vidas cotidianas.
G.L. Nací en un mundo agrícola, de muchísimo trabajo y beneficio incierto, muy austero y sin lujos. No me gustaría volver a él. Me gusta el tiempo en el que vivo y, desde luego, me entusiasman las nuevas tecnologías porque ponen el mundo a mi alcance. Ninguno de los libros que he escrito hubiera sido posible sin internet. El móvil es una invención fascinante. Ahora bien, intento no confundir lo bueno y lo nuevo. No creo que la irrupción de la IA en nuestras vidas cotidianas sea mayor que la que produjo la irrupción del agua corriente, la electricidad o el utilitario.
A.V. Con este mini viaje en el tiempo te hemos conocido un poco más, así que entramos en materia. En The Silver Bunch exploramos las inquietudes y los proyectos (de vida, profesionales y de toda índole) de los mayores de 55 años, también llamados silver. ¿Qué significa para ti este concepto?
G.L. No significa absolutamente nada. No pienso colgar una etiqueta de mi personalidad para saber quién soy.
A.V. Como filósofo y tuitero asiduo, ¿Cómo se está desenvolviendo tu generación respecto a otras en las redes sociales? ¿Hay una brecha generacional en cuanto a lo que se comparte en ellas?
G.L. Estoy cada vez más convencido de que las similitudes entre los hombres son mayores que sus diferencias. Nos parecemos en lo esencial y nos diferenciamos en lo accidental. En el fondo, los mayores de 60 años somos muy parecidos a los menores de 20. No hay dos iguales.
A.V. En TSB también exploramos el lado práctico de la vida, la cotidianidad y el día a día. Por eso solemos preguntar a nuestros entrevistados por el mercado. ¿Echas de menos algún producto o servicio que resuelva la demanda de los silver? Puede ser de cualquier sector, ocio, cultura, moda, salud…
G.L. No.
A.V. Muchas veces hemos escuchado frases del tipo “cuando me jubile haré tal cosa”, etc. Es como un deseo proyectado hacia una etapa donde seremos más dueños de nuestro propio tiempo, de nuestra libertad… Estoy segura de que un filósofo no se jubila jamás (corrígeme si me equivoco). Pero, ¿te pasa esto de tener planes para realizar proyectos para los que no has tenido tiempo?
G.L. Lo más importante de todo lo que me ha ocurrido es, primero, el descubrimiento de mi propia vejez, que ha sido el acontecimiento más inesperado de mi vida y, segundo, el descubrimiento de la libertad. Ahora el C.V. no importa. Tengo la oportunidad de hacer lo que quiera por el gusto de hacerlo. La libertad comienza a los 65.
A.V. Tu experiencia como docente, ¿crees que te ha aportado una visión más sensible sobre la relación entre las distintas generaciones?
G.L. Posiblemente, pero creo que los adultos no estamos para justificar todo lo que hagan los jóvenes con el argumento de que nosotros también hicimos ciertas cosas; estamos para cumplir el papel que los adultos cumplían cuando nosotros éramos jóvenes. Y eso significa estar dispuesto a dar la tabarra.
A.V. En The Silver Bunch creemos en la transferencia de conocimiento intergeneracional como un elemento clave para la sociedad. Aún así, se necesitan nuevas ideas y escenarios para hacerla posible y eficaz. ¿Qué formato y contexto sería el más adecuado para ti para hacerlo realidad?
G.L. No me preocupa mucho el formato. Lo que me interesa es tener algo valioso que transferir.
A.V. Por último te pedimos que nos dejes una reflexión, una idea o un deseo. Será tu mensaje particular para otros silver.
G.L. Un consejo (que tomo prestado de Josep Pla): Ármate de tu zurrón y de tu escopeta de caña y sal a la caza de las melodías de este mundo, que cada vez vuelan más altas.
Junio 2023
Deja una respuesta